"Hay un cierto sesgo de luz,
en las tardes de invierno -
que oprime, como
la profundidad de las catedrales -
celestial herida, nos da -
no podemos encontrar la cicatriz,
sino la diferencia interna,
donde está el significado -
nadie puede describirlo - nadie -
es el sello desesperado -
una imperial aflicción
enviada del aire -
cuando llega, el paisaje escucha -
sombras - contienen su hálito -
cuando parte, es como la distancia
en la mirada de la muerte -"
(Emily Dickinson - "258", Poemas)
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